Este año la gala de los Goya se ha caracterizado por se agradable y entretenida. No quiere decir que otros años no fuera. Pero tenemos que reconocer que hay varios puntos a la hora de determinar el éxito de esta gala.
Para empezar tal y como se comenzó en la gala está el hecho de tener un buen presentador. Además de ser nominado y ganar un Goya, el comediante Dani Rovira consiguió (y de que manera) meterse en el bolsillo a un público entregado. Tanto dentro de la gala como fuera se vieron comentarios muy positivos. Pudimos seguir desde twitter la gala y la verdad es que aparte de ser trendingtopic, se vieron comentarios favorables para los números, presentadores y la gala en general.
Este año parece que la política no ha sido la protagonista de la gala, tal y como nos tenían acostumbrados en otras. Si bien algunos han aprovechado para mandar directas y ganchos a un gobierno cada vez más restrictivo, parece que el entretenimiento y la emoción han sido las verdaderas protagonistas de la jornada. Por supuesto, no está demás nunca revindicar desde el punto de vista de uno de los gremios más importantes para la cultura de un país. Después de todo bien es sabido que no somos nada sin cultura.
Creo que los premiados se lo merecían. Y aunque alguna película se ha llevado más que otra, parece que ha sido todo muy justo. La triunfadora de la noche fue sin duda «La isla mínima» película con un registro espectacular y una cantidad de talento pocas veces repetible en la historia del cine español. Algunas como Magical Girl o El niño tuvieron menos premios. Pero suele pasar que si una película arrasa las otras siempre tienen menos para repartir. Es lógica.
Fue una gala que se hizo un poco larga pero no se notó tanto. La reconciliación del cine español con el público ha sido clara, tanto a nivel general como en esta gala. El sábado la industria y los españoles celebraron muchas cosas. Y eso era algo que parecía que pasaría solo en sueños. Lastima que algunos de los que se nos llevaron el año pasado no vivieran para verlo. Porque es un sueño hecho realidad.